BRUSELAS .-Los líderes de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe culminaron ayer una cumbre “histórica” y “exitosa” en la que se comprometieron a relanzar la relación política y económica entre ambos bloques, tras ocho años sin reuniones al más alto nivel.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, señaló que la reunión ha sido un «éxito político” y que los sesenta países estuvieron “absolutamente convencidos (…) de que no hay que esperar de nuevo ocho años para reunirse”.
El encuentro ha sido “como un nuevo comienzo”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El presidente “pro tempore” de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Ralph Gonsalves, destacó que, como consecuencia del acuerdo alcanzado durante esta cumbre “histórica”, la relación entre ambos bloques es “hoy más fuerte que ayer o antes de ayer”.
Del acuerdo se desmarcó Nicaragua, aliada de Rusia, por no aceptar el párrafo en el que la UE y la Celac mostraron su “profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania”.
Apoyo a la región
La Comisión Europea aprovechó la cita para trasladar a América Latina y el Caribe que las instituciones y Estados miembros de la UE invertirán 45.000 millones de euros en la región hasta 2027 a través de su programa Global Gateway, en áreas como materias primas, infraestructuras tecnológicas, energías limpias o sanidad.
La UE aseguró a sus socios transatlánticos que estas inversiones pondrán el foco en desarrollar cadenas de valor locales y podrán venir acompañadas de formación o tecnología puntera, al tiempo que aseguró que, a diferencia de otros inversores extranjeros, no busca solo centrarse invertir en la extracción de materias primas sino en el desarrollo de capacidades de procesado en la región americana.
Este punto es especialmente sensible e importante para los países latinoamericanos y caribeños, que retiraron varias veces durante la cita y en encuentros paralelos su negativa a ser una mera región de extracción o una cantera de recursos naturales para los europeos.
Acuerdo comercial
Los líderes también tomaron nota de los “esfuerzos” que están haciendo la UE y Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) para ratificar el acuerdo comercial que firmaron en 2019.
En Bruselas, en los
Al margen de la cumbre se reunieron el comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovkis, y los ministros de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira; Argentina, Santiago Cafiero; Paraguay, Julio Arriola, y Uruguay, Francisco Bustillo, en la que mostraron su “determinación” para resolver todas las diferencias que impiden la ratificación del pacto.
Del lado europeo, la Eurocámara, Austria, Francia o Irlanda piden a los socios latinoamericanos una mayor protección medioamiental, si bien Francia e Irlanda temen también las consecuencias que la importación de carne puede tener para sus agricultores.
“No estamos preparados hoy para una firma, es lo que hemos constatado todos. Los negociadores deben seguir trabajando”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, que por otra parte, remarcó que existe una relación de “respecto” mutuo entre ambos bloques.
Además, los líderes celebraron los trabajos que la UE, México y Chile están llevando a cabo para culminar la modernización de sus acuerdos comerciales.
Lamento por trata
— Reconocimiento
La Unión Europea y la Celac reconocieron y lamentaron “profundamente” el sufrimiento “incalculable” infringido a millones de hombres, mujeres y niños como resultado de la trata transatlántica de esclavos.