Este lunes una joven de 16 años fue mordida en varias partes del cuerpo y tuvieron que empuntarle un brazo, al igual que otro de 14 años que recibió mordidas el pasado domingo al que también imputaron una pierna, con estos dos casos suman tres, hechos ocurridos en la playa de Piedade, en la región metropolitana de Recife, en el noreste de Brasil, según reportaron las autoridades.
El primer ataque se produjo el pasado 20 de febrero, en el municipio vecino de Olinda, cuando un tiburón atacó a un surfista, quien sobrevivió a las mordidas del animal.
El Comité Regional de Monitorización de Incidentes con Tiburones (CEMIT, por su sigla en portugués) indicó una agencia que especialistas de la entidad están “analizando” los dos casos y el “intervalo corto” que tuvieron los recientes ataques.
El organismo señaló que 36 kilómetros de playas localizadas entre los municipios de Olinda y Jaboatão dos Guararapes, pasando por Recife, la capital regional, fueron declarados en “situación crítica” y con “riesgo de nuevos ataques”.
La gobernadora de Pernambuco, Raquel Lyra, visitó este lunes a los tres sobrevivientes de los ataques, que están internados en el mismo hospital de referencia, y anunció medidas para “intensificar las acciones”, comenzando con la retomada de las investigaciones científicas, suspendidas desde 2015.
A pesar de la señalización de peligro de ataques de tiburón en 150 puntos del área metropolitana de Recife, las personas continúan visitando los lugares y muchos entran al mar desafiando las advertencias.