Redacción Internacional.- Solo unas horas después de las últimas súplicas internacionales para evitar ataques en el área alrededor de la principal planta nuclear de Ucrania, este lunes hubo nuevos reportes de bombardeos rusos cerca de las instalaciones de Zaporizhzhia.
La localidad de Nikopol, en la orilla opuesta del río Dniéper y a unos 10 kilómetros (6 millas) río abajo de la planta, fue atacada tres veces durante la noche con cohetes y morteros que cayeron sobre casas, un jardín de infantes, la estación de autobuses y tiendas, dijo el gobernador Valentyn Reznichenko. La prensa ucraniana reportó que hubo cuatro personas heridas.
La planta, que es la más grande de Europa y actualmente está ocupada por los rusos, se encuentra operativa, pero “viola las normas de seguridad contra incendios y radiación”, informó este lunes la empresa estatal Enegoatom.
El regulador nuclear de Ucrania indicó en un comunicado que “desde las 8:00 (hora local) del 22 de agosto de 2022, la central nuclear de Zaporizhzhia (ZNPP) continúa operando con el riesgo de violar las normas de seguridad contra incendios y radiación”.
El “bombardeo periódico de la ZNPP por parte de las tropas rusas con misiles antiaéreos causó un grave riesgo para el funcionamiento de forma segura de la central”, dice el comunicado, según las agencias locales.
Energoatom señala que el 5 de agosto, como resultado de un ataque del ejército ruso a la central, se activó la protección de emergencia de una de las plantas de energía, por lo que desde entonces se ha desconectado una de las tres unidades en funcionamiento. Durante ese ataque, la estación de nitrógeno y oxígeno y el edificio auxiliar combinado sufrieron graves daños, agrega. Todavía existen riesgos de fuga de hidrógeno y pulverización de sustancias radiactivas, y el riesgo de incendio también sigue siendo alto, precisa la empresa estatal ucraniana.
Indica además que el pasado 6 de agosto, “como resultado del bombardeo de los invasores, se dañaron tres sensores de monitoreo de radiación en las instalaciones de ZNPP”. Y el 11 de agosto, “los ocupantes dispararon contra el edificio del cuerpo de bomberos, ubicado fuera del perímetro de la ZNPP, diseñado para protegerlo de incendios y extinguirlos en caso de situaciones de emergencia”.
Dos días más tarde también resultó dañada la celda abierta de 750 kilovativos y el pasado día 20 de agosto, como consecuencia de otro bombardeo, una de las galerías por donde transita el personal de los edificios especiales a las unidades de potencia (paso elevado) también sufrió daños y los cristales del edificio quedaron destrozados.