SANTO DOMINGO.- En la recién pasada contienda electoral, la destacada participación de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez no solo ha marcado un hito histórico, sino que ha resultado en la elección de la primera presidenta de México en 200 años.
Este logro monumental subraya la importancia crucial de la participación femenina en la política. En un ámbito donde, a menudo, las cuotas de género son desvirtuadas por los partidos, la victoria de una mujer a la presidencia es una poderosa afirmación de que la equidad de género no es solo un ideal, sino una realidad alcanzable.
Claudia Sheinbaum, otrora dirigente social, con una trayectoria ejemplar como académica, científica, política y funcionaria, ha sido una figura central en la concepción y desarrollo de la llamada Cuarta Transformación de México, cuya primera etapa cierra López Obrador con broche de oro. Su excelente desempeño como jefa de Gobierno de Ciudad de México demostró una vez más que las mujeres podemos y que la mayoría de las veces marcamos la diferencia en la administración de la cosa pública.
Lo ocurrido en la hermana nación azteca debe ser un impulso para que la Mujer dominicana siga preparándose y continúe luchando para arrancarle al patriarcado los espacios que le ha ido quitando y cerrando.
Desde el IGEF y la Unidad de Género y Familia UASD Recinto Santiago seguiremos jugando nuestro rol de empoderar a las mujeres para que tomen conciencia y acción en la defensa de su dignidad y el respeto de sus derechos.