REDACCIÓN INTERNACIONAL.-Las autoridades de Texas confirmaron que al menos 117 personas han muerto luego de las devastadoras inundaciones repentinas del fin de semana del 4 de julio. Durante la conferencia de prensa del gobernador Greg Abbott el martes por la tarde, el Departamento de Seguridad de Texas confirmó que 160 personas siguen desaparecidas. Recientemente, el presidente Donald Trump firmó una declaratoria de desastre para el condado de Kerr, donde se registran al menos 95 decesos de la cifra total.
De acuerdo con los reportes, las fuertes tormentas comenzaron la madrugada del viernes, provocando que el cauce del río Guadalupe pasara de dos a ocho metros en menos de 45 minutos, lo que volvió casi imposible que las personas en las zonas afectadas pudieran evacuar a tiempo. Entre las comunidades más afectadas se encuentran Kerrville, donde se registraron más de 30 centímetros de lluvia del 3 al 6 de julio.
El gerente municipal de Kerrville, Dalton Rice, detalló que la topografía de Hill Country, caracterizada por suelos compactos poco absorbentes, facilita el desbordamiento de ríos ante precipitaciones extremas. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) reportó que durante varias horas del 4 de julio, la intensidad de las lluvias era de entre 7,62 y 10,16 centímetros por hora, con localidades que sumaron hasta 17,8 centímetros en menos de tres, lo que equivale a 462 millones de litros por kilómetro cuadrado.