En una rueda de prensa, el titular del departamento gubernamental detalló que tres de los 31 muertos eran niños y otras siete eran mujeres, y agregó que «aún quedan restos sin identificar».
De estos 31 muertos en el bombardeo de ayer, al menos 16 eran miembros del grupo chií libanés Hizbulá, según confirmó el movimiento a primera hora de esta mañana en varios comunicados en los que incluyó la muerte de dos altos cargos, el comandante Ibrahim Aqil y Ahmed Wahbi, dirigente del cuerpo de élite Fuerzas Radwan