ESTADOS UNIDOS.- Joseph Biden acelera la determinación de un paquete de sanciones económicas contra Irán para aplacar las intenciones bélicas del premier israelí Benjamín Netanyahu, que define una acotada réplica militar en respuesta al ataque lanzado por Teherán. Las medidas son compartidas por la Unión Europea y el Grupo de los 7, y apuntan a evitar que Irán venda con excesiva facilidad su petróleo y continúe fabricando drones y misiles que son clave en su poderoso arsenal.
Biden pretende condicionar la réplica de Israel con nuevas sanciones contra Irán, pero en Jerusalén rechazan esa hipótesis diplomática y apuestan a una respuesta limitada que no implique una guerra abierta en Medio Oriente.
Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el general Benny Gantz -que integran el Gabinete de Guerra de Israel-, ya se han reunido cuatro veces en los últimos cuatro días para precisar una limitada y dolorosa réplica al ataque iraní ejecutado con 300 drones y misiles cruceros.
En este contexto, y bajo el criterio de eludir un efecto dominó en Medio Oriente, Netanyahu, Galant y Gantz cavilan un movimiento militar que sacuda a Teherán sin causar un conflicto total en la región.
Se trata de un cálculo político que la Casa Blanca, la Unión Europea y el G7 consideran inexacto, a partir de las afirmaciones públicas y reservadas de voceros calificados del gobierno iraní.
El presidente de Irán, Ebrahím Raisí, dijo a Vladimir Putin y al Emir de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani, que están dispuestos a replicar un ataque de israel. Raisi agregó en sus charlas telefónicas con el presidente de Rusia y con Al Thani que no quiere una guerra en Medio Oriente, pero que se contestará si Netanyahu lanza una ofensiva contra Irán o sus proxies en Medio Oriente.
“La respuesta al próximo error de los sionistas no tardará 12 días. Se decidirá tan pronto como veamos lo que ha hecho el régimen hostil. Será inmediato y sin previo aviso. Será más fuerte y más severo”, aseguró Seyed Mehdi Hosseini Matin, encargado de Negocios de Irán en Reino Unido.
Las sanciones que diseña Estados Unidos, el G7 y la Unión Europea apuntan a estrangular el ingreso de divisas a Iran cuando vende su petróleo, y acotar el acceso a tecnología que le permite al régimen iraní fabricar en escala sus misiles y drones.
“Tras el ataque aéreo sin precedentes de Irán contra Israel, el presidente Biden está coordinando con aliados y socios, incluido el G7, y con líderes bipartidistas en el Congreso, una respuesta integral. En los próximos días, Estados Unidos impondrá nuevas sanciones contra Irán, incluido su programa de misiles y drones, así como nuevas sanciones contra entidades que apoyan al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y al Ministerio de Defensa de Irán”, adelantó anoche Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.