Un terremoto de magnitud 6,4 se registró el lunes en la provincia de Hatay, en el sur de Turquía, la más afectada por el temblor del 6 de febrero, que dejó más de 41.000 muertos en el país, informó la agencia de respuesta a las catástrofes AFAD.
El sismo sacudió la localidad de Defne a las 20h04 (1704 GMT) y fue sentido con fuerza en Antakya y Adana, 200 kilómetros al norte. Se sintió también en Siria, Jordania, Israel y Egipto.
Una agencia de noticias informó que seis personas resultaron heridas en Alepo por la caída de escombros, mientras que el alcalde de Hatay dio a conocer que varios edificios se derrumbaron, con personas dentro. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos ha informado de 42 heridos, principalmente personas que han saltado desde balcones o por el impacto de cascotes.
Al menos un edificio ya a medio colapsar se desplomó entero y cascotes de otros dañaron coches aparcados.
“Sabemos que es un terremoto independiente. Hemos detectado una veintena de réplicas tras el primer terremoto de 6,4. Tenemos ocho heridos”, ha explicado el vicepresidente turco, Fuat Oktay, citado por el diario ‘Hürriyet’. Oktay ha instado a alejarse de los edificios dañados y a seguir las indicaciones de las autoridades y ha confirmado al menos ocho personas heridas.
Las autoridades han advertido a la población que se mantengan alejados de la costa en la provincia de Hatay, ya que el nivel del agua podría subir medio metro tras el nuevo seísmo y hay riesgo de tsunami .
Este nuevo temblor se ha registrado en la localidad de Samandağ, a unos 12 kilómetros de la costa mediterránea, por lo que AFAD, la agencia turca de emergencias ha pedido alejarse del agua.