REDACCIÓN.-El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que mantendrá a su ministro de Defensa, José Múcio Monteiro, quien ha estado bajo presión de los miembros de izquierda de la coalición gobernante tras los percances de seguridad que llevaron a la ola de disturbios en la capital del país.
Lula dijo este jueves que confía en su ministro y no piensa reemplazarlo.
El 8 de enero, partidarios del ex presidente Jair Bolsonaro irrumpieron en sedes gubernamentales en Brasilia, destruyendo propiedades y pidiendo al Ejército que interviniera y derrocara a Lula, quien según los manifestantes fue elegido de forma fraudulenta.
El fracaso en la estrategia de seguridad del Gobierno para prevenir los hechos provocó llamados a la destitución del ministro de Defensa, aunque la protección de los edificios federales es responsabilidad de la administración local.
Por otro lado, Lula da Silva dijo este jueves que planea tener listas políticas en 100 días para que el país vuelva a “funcionar a velocidad normal” y que los mercados financieros que no deben preocuparse por su Gobierno.
Al abordar el asalto del domingo, dijo a periodistas que “lo que sucedió fue una gran advertencia, ganamos las elecciones, pero los partidarios fanáticos de Bolsonaro son muy peligrosos”.
“En adelante seremos más duros y aún más cautos”, dijo. “Debemos averiguar quién financia estos actos, eso es lo que pone en riesgo la democracia”.
El presidente, de 77 años, también dijo que los mercados no deben preocuparse por el Gobierno del Partido de los Trabajadores.
“Siempre tuve superávits primarios”, dijo Lula, que también fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010.
También volvió a criticar al mercado financiero, al que calificó de “inhumano” y dijo que “no tiene corazón” por percibir los programas sociales como un gasto y no como “inversiones”.