URUGUAY.-Uruguay ha vivido una noche histórica en la Cámara de Senadores al aprobar el proyecto de ley de muerte digna tras más de 10 horas de debate. El proyecto aprobado busca garantizar el derecho a "transcurrir dignamente el proceso de morir" en los mayores de edad psíquicamente aptos que atraviesen la etapa terminal de enfermedades incurables e irreversibles o que padezcan por ellas sufrimientos insoportables.
Entre los requisitos, se debe ser mayor de edad, ciudadano o residente de Uruguay, estar en plena forma mental y encontrarse en fase terminal de una enfermedad incurable o que cause un sufrimiento insoportable, con un grave deterioro de la calidad de vida. Se requerirán pasos preliminares antes de que el paciente formalice su voluntad por escrito.
No establece límites de tiempo
A diferencia de las leyes de Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, que restringen la eutanasia a personas con una esperanza de vida de no más de seis meses o un año, Uruguay no establece límites de tiempo. Tampoco exige un período de espera y permite a cualquier persona que padezca una enfermedad incurable que cause un "sufrimiento insoportable" solicitar la muerte asistida, incluso si su diagnóstico no es terminal. A diferencia de Bélgica, Colombia y los Países Bajos, Uruguay no permitirá la eutanasia en menores.
La vicepresidenta del país, Carolina Cosse, ha asegurado a través de X que esto coloca a Uruguay "a la vanguardia en el abordaje de temas profundamente humanos y sensibles y que reafirma su compromiso con la dignidad, la libertad y los derechos de todas las personas".
Las autoridades han celebrado la aprobación de la ley, reforzando la reputación de Uruguay como uno de los países más progresistas de la región. El país fue el primero del mundo en legalizar la marihuana para uso recreativo y aprobó una legislación pionera que permite el matrimonio igualitario y el aborto hace más de una década.
La Cámara de Diputados dio luz verde a este proyecto en agosto, y el Senado, donde la coalición gobernante de izquierda tiene mayoría, finalmente la ha validado este miércoles tras años de tira y afloja parlamentarios. La ley, que ha avanzado con sobresaltos durante los últimos cinco años, ha superado su último obstáculo con el voto a favor de 20 de los 31 senadores.