El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no utilizará sus poderes ejecutivos para impedir que el exdirector del FBI James Comey testifique ante el Senado este jueves, aseguró hoy una de sus portavoces, Sarah Sanders.
Esa posibilidad se rumoreaba en Washington desde el pasado viernes, cuando una asesora de Trump, Kellyanne Conway, aseguró que el presidente podría hacer uso de una doctrina llamada “privilegio ejecutivo” para bloquear el testimonio de Comey, despedido hace menos de un mes como jefe del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
“El presidente tiene el poder de hacer uso de su privilegio ejecutivo, eso está establecido”, dijo hoy Sanders en su conferencia de prensa diaria.
“Sin embargo, para facilitar un examen rápido y completo de los hechos por parte del Comité de Inteligencia del Senado, el presidente Trump no ejercerá su privilegio ejecutivo en lo relativo al testimonio programado de James Comey”, añadió la portavoz.
Comey tiene previsto testificar el jueves en una sesión abierta ante el Comité de Inteligencia del Senado para abordar su despido con los congresistas, así como las pesquisas que estaba liderando en el FBI sobre los posibles nexos de la campaña de Trump con Rusia para interferir en los comicios presidenciales de 2016.
Eso puede incrementar la presión sobre Trump, ya que según informaciones reveladas hace unas semanas, Comey escribió unos memorandos en los que detalla que el multimillonario le solicitó poner fin a las investigaciones que pesaban sobre su ya exasesor de seguridad nacional, Michael Flynn, lo que podría considerarse un intento de obstrucción a la justicia.
En el último mes, las revelaciones sobre los posibles vínculos de Trump con Rusia se han ido incrementando, y las más relevantes apuntan a su yerno y asesor, Jared Kushner, quien supuestamente intentó crear un canal secreto de comunicación con los rusos antes de que el mandatario llegara al poder.
EFE