"Debemos ser inteligentes, vigilantes y duros. Necesitamos que los tribunales nos devuelvan nuestros derechos. ¡Necesitamos el veto migratorio como nivel extra de seguridad!". El presidente Donald Trump ha reaccionado este sábado al ataque terrorista en Londres para hacer política nacional reivindicando su veto migratorio, suspendido por los tribunales por sus implicaciones discriminatorias. Él argumenta que la justicia le está impidiendo cumplir con su deber de proteger la seguridad de Estados Unidos.
Por la mañana, cuando ya se conocían más datos, fue elevando el tono. "Tenemos que dejar de ser políticamente correctos… Si no somos inteligentes. sólo iremos a peor", afirmó. Luego enhebró una serie de tuits en la que criticó al alcalde de Londres por decir supuestamente que "no hay razón para la alarma" y, por último, lanzó: "¿Se dan cuenta de que no hay un debate sobre las armas ahora? ¡Eso es porque usaron cuchillos y camión!".
La andanada arrancó la noche anterior, cuando sin confirmaciones oficiales, Trump retuiteó primero una alerta del portal de noticias Drudge Report sobre lo sucedido en la capital británica y a continuación escribió su propio mensaje, sucedido por otro en el que dijo: "Estaremos ahí para cualquier cosa en la que podamos ayudar a Londres y a Reino Unido. ESTAMOS CON VOSOTROS. ¡QUE DIOS OS BENDIGA!", terminó en mayúsculas.
Este jueves el Departamento de Justicia elevó al Tribunal Supremo, máxima instancia del poder judicial estadounidense, un recurso reclamando que desbloquee la orden ejecutiva que firmó Trump en marzo para permitir restricciones migratorias temporales. El veto migratorio, que intentó impulsar en enero nada más asumir la presidencia con un primer decreto que fue detenido en las cortes y en el que volvió a insistir con su orden de marzo -también paralizada por jueces-, establece la prohibición de entrada a Estados Unidos durante 90 días para inmigrantes de seis países de mayoría musulmana y la suspensión del programa de acogida de refugiados durante 120 días.
Trump necesita que cinco de los nueve magistrados del Tribunal Supremo den la razón al recurso del Departamento de Justicia para poder poner en marcha la prohibición de acceso a ciudadanos de Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán. Considera necesario paralizar su entrada durante tres meses para que entretanto se revisen y endurezcan los mecanismos de control de acceso de viajeros musulmanes por cuestiones de seguridad nacional. Su orden ha sido suspendida por suponer una violación del derecho a la libertad religiosa protegido por la Constitución de Estados Unidos. El proceso en el Tribunal Supremo, que llevará a desbloquear o ratificar la paralización del decreto, puede llevar varios meses. El presidente Trump sigue presionando a su favor.