ISRAEL.-El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Israel hoy para una visita relámpago programada para durar menos de cuatro horas, inmediatamente después del regreso de los rehenes israelíes vivos del cautiverio en Gaza.
Ante el pleno de la Knesset (Parlamento israelí), Trump comenzó su discurso dando gracias a Dios: “Hoy los cielos están en calma, las armas en silencio, en una región que vivirá en paz por toda la eternidad”.
“Este es el fin de una era de terror y muerte… Es el comienzo de una gran y eterna armonía. Este es el amanecer histórico de un nuevo Medio Oriente”, expresó.
Trump se dirigió al primer ministro Netanyahu y expresó: “Quiero agradecer a un hombre muy valiente y patriota cuya colaboración hizo esto posible. Ya saben de quién hablo, solo hay uno: el primer ministro Netanyahu. Bibi, por favor, ponte de pie”.
Trump añadió con una sonrisa: “Y no es fácil, y eso es lo que lo hace grande. ¡Bien hecho, buen trabajo!”.
Además, expresó su gratitud a todas las naciones árabes y musulmanas que se unieron y presionaron a Hamás para que liberara a los rehenes, y afirmó: «Recibimos mucha ayuda de personas inesperadas».
«Esta es una gran victoria para Israel y el mundo; un momento especial en el que todas las naciones trabajaron juntas como una alianza por la paz», destacó.
Asimismo, elogió al enviado estadounidense para Medio Oriente, Steve Witkoff, por su papel en la negociación del acuerdo, que evitó la «Tercera Guerra Mundial».
Los legisladores árabes, el presidente del partido Hadash-Ta’al, Ayman Odeh, y el diputado Ofer Kassif, sacaron carteles que decían “Reconocer a Palestina” e irrumpieron en el podio, interrumpiendo el discurso de Trump. Luego fueron expulsados del pleno.
Además, Trump reconoció a su yerno Jared Kushner, añadiendo que “ama tanto a Israel que su hija “se convirtió por él”, en referencia a Ivanka, sentada junto a su esposo en el Parlamento.