Redacción Internacional.- Peruanos se siguen sumando a las protestas, ayer jueves se realizó el paro nacional antigubernamental, con bloqueos de carreteras y marchas que afectan al 27 % del territorio nacional, con una gran movilización en Lima.
En la capital, hasta donde se han desplazado miles de ciudadanos de otras regiones del país, varios grupos de manifestantes han recorrido las principales calles del centro.
Los incidentes ocurrieron en varias calles del centro, entre ellas el jirón Azángaro, en las inmediaciones de la sede de la Cancillería y de la Defensoría del Pueblo, y en la avenida Abancay, que conduce hasta el Congreso.
En estos y otros puntos, la PNP dispersó con bombas lacrimógenas a los manifestantes, mientras ellos lanzaban piedras, palos y otros objetos contra los agentes.
En la marcha en Lima están participando miles de ciudadanos llegados en los últimos días en la capital, procedentes de diferentes regiones del país.
Los manifestantes, muchos de ellos ataviados con banderas de Perú y la wiphala, usada con frecuencia por algunas comunidades indígenas, exigen la renuncia inmediata de la presidenta, Dina Boluarte, el cierre del Congreso, nuevas elecciones para 2023 y la convocatoria a una asamblea constituyente.
Más allá de Lima, la tensión también fue creciendo durante la jornada de este jueves en otras regiones del país, sobre todo en las sureñas de Arequipa y Cuzco, cuyos aeropuertos suspendieron sus operaciones ante los intentos de los manifestantes de acercarse a los respectivos terminales.
En la denominada Ciudad Blanca, se registraron enfrentamientos cuando los protestantes rompieron las vallas del perímetro del aeropuerto, a lo que los agentes policiales respondieron con el lanzamiento de bombas lacrimógenas.