Rusia.– Los países vecinos a Rusia han detectado un repunte del tráfico de personas en la frontera desde que el presidente, Vladimir Putin, anunció la movilización parcial de miles de reservistas, lo que les ha obligado a redefinir estrategias y ha reabierto el debate sobre la protección que se debe ofrecer a quienes quieren evitar una potencial llamada a filas.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha evitado este martes dar el dato oficial de salidas en estos días –"no tengo esta cifra", ha argumentado ante los medios– y ha rehusado también comentar la posible construcción de una valla en la frontera con Finlandia, según las agencias oficiales rusas.