REDACCIÓN INTERNACIONAL.-La expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015), arropada por decenas de seguidores en las puertas de su casa en Buenos Aires, afronta una semana decisiva porque el próximo miércoles se entregará a la Justicia para comenzar a cumplir una condena de seis años de prisión por irregularidades en la concesión de obras viales.
La concentración de partidarios de Fernández continúa este lunes y se espera que el miércoles la acompañen en lo que se prevé será una masiva marcha de miles de personas hasta los tribunales federales, en una caravana que ha puesto nerviosos al Gobierno de Javier Milei y al poder judicial.
El tribunal federal que la condenó en primera instancia, en 2022, evalúa otorgarle antes el arresto domiciliario para evitar una concentración masiva de apoyo en las calles, según apuntan los medios argentinos.
Entre los congregados ante su domicilio, en el barrio porteño de Constitución, estaba este lunes Camila Etcherbay, militante del Partido Justicialista y trabajadora del Ministerio de Trabajo, quien defendió en declaraciones a EFE la importancia de la movilización.