REDACCIÓN INTERNACIONAL .-El cuarto jueves de noviembre se celebra una de las fiestas más apreciadas por las familias de Estados Unidos: el Día de Acción de Gracias, que este año cae 28. Pegado a este feriado, el viernes, tiene lugar el Black Friday, un tradicional evento de compras virtuales caracterizado por los grandes descuentos que ofrecen las marcas en productos destacados.
Al celebrarse tradicionalmente uno después del otro, Acción de Gracias y el Black Friday caen en días distintos cada año. En 2023, la fiesta que conmemora la cena que compartieron los colonos ingleses que habían arribado a los Estados Unidos junto a los nativos Wampanoag se celebró el 23 de noviembre. Y el Black Friday cayó el viernes 24. El año próximo, en tanto, se deberá preparar el clásico pavo para el jueves 27 de noviembre y el viernes 28 será el día de los grandes descuentos.
Los eventos para incentivar el consumo son muy populares en Estados Unidos. En este sentido, la celebración tradicional de descuentos que le sigue a Acción de Gracias se instauró como una de las preferidas por los consumidores. En este momento, las familias aprovechan para comenzar a realizar las compras de Navidad.
Tal es la popularidad del Black Friday en el país norteamericano, que el gobierno de los Estados Unidos lo menciona en su página web donde explica las características del festejo de Acción de Gracias. “Otra tradición arraigada en la cultura estadounidense es la de hacer compras el día siguiente a Acción de Gracias, conocido popularmente como Black Friday, en el que la mayoría de las tiendas ofrecen muy buenas ofertas”, describen.
En cuanto al origen del festival de compras y el motivo detrás de su nombre, la Enciclopedia Británica arroja diversas teorías. Una de ellas, argumenta que en los años 80 se había popularizado una idea ligada al balance de las empresas: después de un año sin ventas, “en rojo”, el viernes después del Thanksgiving era la oportunidad para recuperar los balances, y ponerlos “en negro”.
Otra, plantea que el origen data de los años 50 y se encuentra en Pensilvania, específicamente en Filadelfia. La ciudad se llenó de compradores y aficionados al fútbol americano el día después de Acción de Gracias, previo a un partido entre el ejército y la marina. El caos en la ciudad llevó a la policía, sobrecargada de trabajo, a apodar ese día como “Viernes Negro”. Comerciantes locales comenzaron a utilizar esta expresión para describir la multitud de clientes que abarrotaban las tiendas.