Vaticano.-El papa Francisco criticó este lunes la especie de competición entre padres e hijos por actuar como jóvenes, y al mismo tiempo advirtió que los adolescentes tienden a aislarse por falta de los adultos.
El pontífice expresó, mientras visitaba la basílica de San Juan de Letrán, que el mundo adulto ha aceptado como paradigma y modelo de éxito la eterna juventud y cree que crecer, envejecer y madurar sea algo malo, sinónimo de vida frustrada o acabada.
Al mismo tiempo criticó a los adultos que no quieren ser adultos y quieren jugar y siempre ser adolescentes. Advirtió que esta marginación puede aumentar una tendencia natural que tienen los jóvenes a aislarse o a frenar sus procesos de crecimiento ante la falta de un referente.
Por otro lado, Francisco señaló que la adolescencia no es una patología que deba ser combatida sino que forma parte del crecimiento normal, natural de la vida de los jóvenes.
En este sentido, el papa Francisco dijo que le preocupa la tendencia a medicar precozmente a los adolescentes, llenando sus agendas para mantenerles ocupados.