REDACCIÓN INTERNACIONAL.-El expresidente demócrata estadounidense Barack Obama tachó de "ridícula" la afirmación del actual mandatario de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, que lo acusa de "traición" y de liderar una conspiración para deslegitimar su victoria en las elecciones de 2016.
"Estas extrañas afirmaciones son ridículas y un débil intento de desviar la atención", dijo en un comunicado -enviado a los medios- el portavoz de Obama, Patrick Rodenbush.
Su nota apuntó que, aunque "por respeto a la oficina de la Presidencia", su gabinete "no suele dignificar con una respuesta las constantes tonterías y desinformación que fluyen de esta Casa Blanca, estas alegaciones son lo suficientemente indignantes como para merecer una".
Este martes, al recibir al presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. en la Casa Blanca, los periodistas le hicieron preguntas sobre el caso de Jeffrey Epstein, el acaudalado financiero encontrado muerto en prisión en 2019 antes de su juicio por delitos sexuales.
Ataque con saña
"No lo sigo muy de cerca", declaró Donald Trump, acusado por algunos de sus simpatizantes de incumplir su promesa de esclarecer el caso de Epstein y de intentar encubrir a las élites.
Acto seguido Trump atacó verbalmente a Obama con saña.
"La caza de brujas de la que deberían estar hablando" es de Obama, dijo y soltó una serie de acusaciones sin fundamento.
Afirmó que intentó "robar" las elecciones de 2016. "Obama lideraba un golpe de Estado", dijo sin presentar pruebas.
Las agencias de Inteligencia de la Administración republicana acusan a funcionarios del mandato de Obama de filtrar declaraciones falsas a medios de comunicación para socavar el Gobierno de Trump en su primer mandato (2017-2021).
Video falso
El presidente estadounidense ha insistido en sus señalamientos contra Obama en varias publicaciones de su red social y es blanco de críticas por compartir un video falso -generado con inteligencia artificial- en el que se muestra a Obama al ser arrestado en el Despacho Oval.
Según Trump, el escándalo que liga a Obama con esa supuesta conspiración que intentó vincularlo a él mismo con las maniobras del Kremlin es la "cacería de brujas" de la que la prensa debería estar hablando, en lugar de alargar la polémica por el caso del fallecido magnate Epstein, acusado de tráfico sexual de menores.
Denunció al entonces vicepresidente de Obama, Joe Biden, y a los exdirectores de la policía federal (FBI) James Comey, de la inteligencia nacional James Clapper y de la CIA John Brennan. Dijo que formaban parte de una conspiración.
Acusación contradice investigaciones
La acusación de golpe de Estado contradice múltiples investigaciones oficiales pero cala en la base ultraderechista de Trump.
El escándalo Epstein pasa factura a Trump y su gobierno intenta capear el temporal político.
El vicefiscal general Todd Blanche anunció este martes que se reunirá "en los próximos días" con Ghislaine Maxwell, la expareja de Epstein condenada en 2022 a 20 años de prisión por tráfico sexual, acusada de haber reclutado a menores de edad para ser explotadas sexualmente entre 1994 y 2004.
Si Maxwell "tiene información sobre alguien que haya cometido crímenes contra las víctimas, el FBI y el DOJ escucharán lo que tenga que decir", aseguró Blanche usando las siglas del Departamento de Justicia.
El caso de Jeffrey Epstein dio un giro el 7 de julio. Ese día, la administración Trump aseguró que no existen pruebas de la existencia de una lista secreta de clientes para este amigo de las estrellas y los poderosos.
Trumpistas molestos
Esto provocó un aluvión de mensajes furiosos en las redes sociales de cuentas del movimiento trumpista MAGA.
Irritado por su incapacidad para sofocar las protestas dentro de su propio bando, Trump acusó la semana pasada a "unos cuantos republicanos estúpidos e idiotas" de hacerle el juego a sus oponentes demócratas.
También demandó al diario The Wall Street Journal por difamación tras publicar un artículo que le atribuía una carta lasciva dirigida a Epstein por su cumpleaños.
Trump conocía a Epstein, miembro como él de la alta sociedad neoyorquina, pero por ahora no hay pruebas de que estuviera implicado en delitos relacionado con el financiero.