SANTO DOMINGO.-Estudiantes del Coro y Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Punta Cana viajaron a Caracas, Venezuela, y participaron de una enriquecedora experiencia académica y musical, que ha representado un hito formativo en sus vidas.
La delegación estuvo acompañada por Manuel Marcano, director del coro y Ramona Ramírez, gestora administrativa de la entidad.
Del 22 al 28 de junio, los jóvenes participaron en talleres de canto coral, lenguaje musical e iniciación instrumental, impartidos por docentes del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, conocido como “El Sistema”.
Las actividades se desarrollaron en el Centro de Acción Social por la Música, sede emblemática de esta iniciativa educativa y cultural.
Fundado por el maestro José Antonio Abreu en 1975, “El Sistema” es un programa venezolano de referencia mundial que busca transformar la vida de niños, niñas y jóvenes mediante la práctica orquestal y coral. Su enfoque promueve no solo la excelencia artística, sino también el desarrollo de valores como la disciplina, la responsabilidad y el trabajo en equipo, fomentando la inclusión social y la paz.
La experiencia formativa culminó con una emotiva presentación conjunta con los Niños Cantores de Venezuela, celebrada el sábado 28 de junio. Un momento que sintetizó la esencia de esta vivencia transformadora, al demostrar cómo la música puede convertirse en un vehículo de cambio individual y colectivo.
Romina Aschpurwis, presidenta del Sistema Punta Cana, destacó el impacto del viaje: “Entre partituras, juegos y descubrimientos, esta experiencia reveló una vez más el poder de la música para modelar conciencias, reconciliarnos con lo humano y tocar lo invisible”.
Agradeció a las instituciones y empresas que hicieron posible esta travesía, entre ellas la Fundación Red Air, CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, Batu Wear quienes confeccionaron las chaquetas artesanales que exhibían los niños con la bandera dominicana, ACE Asesores y Corredores del Este, así como a los padres de los niños por su confianza y apoyo constante.
Esta experiencia no solo fortaleció la formación musical de los participantes, sino que también sembró en ellos la convicción de que hacer música es construir comunidad, belleza y esperanza. Como afirmaba el maestro Abreu, “cuando un niño toca un instrumento, ya no vuelve a empuñar un arma”.
Agradeció a la Fundación Red Air, de la CAF, Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe y del Sistema en Venezuela, así como a Batu Wear, por la confección artesanal y generosa de las chaquetas que con la enseña dominicana portaban con orgullo los niños.
También a ACE Asesores y Corredores del Este, por haber patrocinado los seguros de viaje de toda la delegación; sin olvidar a los padres de los jóvenes, quienes también hacen posible que estos ideales sigan vivos en cada nota, con su confianza, paciencia y apoyo constante.
De estos días de aprendizaje, crecimiento y también de alegría, camaradería y asombro, los niños han comprendido que no se trata solo de música, sino de construir belleza, disciplina y comunidad. Y eso –lo decía también el intelectual Vargas Llosa con otras palabras–, “es uno de los pocos milagros verdaderos de la cultura”.