Redacción Internacional.-El padre de una de los al menos 200 niños y niñas fallecidos en Indonesia supuestamente por la ingesta de jarabes intoxicados, miembro de una denuncia colectiva contra el Gobierno y varias farmacéuticas, cuyo juicio arrancó este martes, afirma que «no era una medicina barata cualquiera, sino recetada».
«La gente dice que son medicinas baratas. Déjame que lo reitere. Nosotros, como padres, no compramos el jarabe de cualquier farmacia, sino que fue recetado por un médico«, dice a EFE Nedy Amardianto, cuya hija, Aisha, de 11 meses, falleció el pasado octubre.
Devastado, el hombre cuenta cómo Aisha murió debido a un fallo renal agudo tras pasar un mes ingresada en un hospital de Yakarta, después de que su estado gripal inicial empeorara progresivamente, habiendo ingerido, entre otros medicamentos, uno de los jarabes señalados por las autoridades indonesias como posiblemente tóxicos.
Se trata de un jarabe de Pt Afi Farma, una de las siete farmacéuticas y compañías de productos químicos indonesias incluidas en la denuncia de 25 familias de menores afectados, también dirigida contra el Ministerio de Salud y la Agencia Nacional de Control de Medicamentos y Alimentos, cuyo juicio, atendido por Nedy, empezó hoy.