Redacción Internacional.– Un policía keniano que formaba parte de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) en Haití y dos civiles murieron en un accidente de tráfico durante una misión de recuperación de un vehículo blindado en la capital del país caribeño, Puerto Príncipe, confirmó este lunes la Policía de Kenia.
Según informaron en un comunicado las fuerzas de seguridad kenianas, los hechos se produjeron el domingo hacia las 17.00 hora local de Haití (21.00 GMT) en la zona de Kenscoff, cuando el coche también blindado usado para remolcar el otro vehículo chocó con un muro, lo que hizo que el segundo volcara.
«Durante el proceso de remolque, ocurrió el desafortunado accidente, que también se cobró la vida de dos civiles e hirió a otros ocho agentes de la MSS. Tres de los heridos se encuentran en estado grave y están recibiendo actualmente asistencia médica en el hospital», señaló la Policía del país africano.
Tras el accidente, se está organizando la repatriación del cuerpo del policía keniano.
«El Servicio Nacional de Policía (NPS, por sus siglas en inglés) ofrece su más sentido pésame a la familias, los amigos y los seres cercanos del agente caído», destacó el comunicado.
«Como servicio, seguimos comprometidos con lograr paz y seguridad duraderas para el pueblo de Haití», concluyó.
En otro comunicado, el portavoz de la MSS, Jack Ombaka, confirmó el accidente este domingo y explicó que sucedió cuando «uno de los vehículos chocó contra un muro mientras remolcaba al otro, que luego volcó».
La MSS es una iniciativa solicitada por las autoridades haitianas, liderada por Kenia, respaldada económicamente por Estados Unidos y aprobada por el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas que busca apoyar a las fuerzas de seguridad del país isleño en su lucha contra las bandas armadas, que controlan un 90 % de la capital y otras zonas del país.
La misión está formada por unos 1.000 efectivos, la mayoría de ellos de Kenia.
Según datos de la ONU, Haití registró un aumento del 24 % en los homicidios intencionados en los primeros seis meses del año, alcanzando un total de 4.026 asesinatos.
Además, la violencia de las bandas ha provocado el desplazamiento interno de en torno a 1,3 millones de personas.