Redacción Internacional.- Ravil Maganov, presidente de la junta directiva de la mayor petrolera privada de Rusia, Lukoil, ha muerto este jueves tras caer de la ventana de un hospital de Moscú, según han informado las agencias rusas Interfax y TASS. "Maganov cayó de la ventana de su habitación en el Hospital Clínico Central esta mañana. Murió de las heridas", ha detallado una fuente anónima a estos medios.
Maganov, de 67 años, se ha precipitado desde el centro sanitario, conocido como "Clínica Kremlin" por ser lugar elegido por la élite política y empresarial de Rusia, según asegura el diario The Moscu Times. Allí se encontraba ingresado por un ataque cardíaco y tomaba antidepresivos, tal y como ha explicado las fuerzas del orden, quienes han detallado en lo que es la versión oficial que este suceso ocurrió a las 07.00 hora de Moscú (04.00 GMT) y que previsiblemente se trata de "una muerte por suicidio".
Se trata del segundo alto ejecutivo de esta compañía petrolera que muere en extrañas circunstancias en los últimos meses, después de que Alexander Subbotin sufriera a primeros de mayo un paro cardíaco provocado tras una supuesta sesión con un chamán para obtener una "cura contra la resaca" a través del veneno de sapo. Con este ya serían nueve los magnates rusos fallecidos en estas condiciones.
Lukoil, la segunda petrolera más grande del país dirigido por Vladimir Putin, fue una de las pocas que se mostró abiertamente en contra de la guerra en Ucrania. "Defendemos el cese inmediato del conflicto armado y apoyamos debidamente su resolución a través del proceso de negociación y por medios diplomáticos", señaló la empresa en un comunicado. De hecho, el pasado mes de marzo, la junta pidió "el cese más rápido posible del conflicto armado" en Ucrania y manifestó su "sincera empatía por todas las víctimas".