REDACCIÓN INTERNACIONAL .-Las fuerzas de defensa antiaérea de Ucrania lograron interceptar misiles rusos dirigidos a Kiev en un contexto de máxima alerta internacional.
Cierran algunas embajadas en Kiev
En un movimiento preventivo, tanto la embajada estadounidense como otras occidentales suspendieron operaciones en Kiev. Esta medida se adoptó tras recibir una alerta que advertía sobre un ataque aéreo significativo, lo que subraya la gravedad de la situación. La comunidad internacional observa con preocupación los movimientos de Rusia, que ha estado acumulando misiles para ejecutar una serie de ataques masivos.
La reciente utilización de misiles ATACMS por parte de Ucrania es vista como un hito en el conflicto, intensificando el enfrentamiento con Rusia. Este tipo de armamento fue autorizado por la administración Biden, lo que desencadenó la inmediata respuesta de Moscú. En este marco, las tensiones se incrementan mientras la guerra en Ucrania alcanza su día número 1.000, revelando la persistencia y complejidad del conflicto.
Las embajadas occidentales en Kiev cerraron sus puertas tras una advertencia sobre un ataque aéreo ruso, mientras las fuerzas ucranianas repelían un bombardeo. La reciente utilización de misiles ATACMS por Kiev ha generado una fuerte reacción del Kremlin, intensificando la crisis.
El ataque aéreo ruso a la capital ucraniana
El ataque supuso una importante escalada de las tensiones tras el primer uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance ATACMS proporcionados por Estados Unidos contra territorio ruso, que se produjo el martes, en el día 1.000 del conflicto. La administración Biden autorizó recientemente a Ucrania a emplear estas potentes armas contra territorio ruso, marcando un cambio significativo en el apoyo militar estadounidense.
Este miércoles, Andriy Kovalenko, jefe del Centro para Contrarrestar la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, confirmó que Rusia lleva meses almacenando misiles para preparar una serie de ataques contra Ucrania. “Han acumulado principalmente misiles Kh-101, Kalibr y balísticos”, dijo Kovalenko, añadiendo que Rusia también había posicionado buques y aviones para posibles ataques.
El momento del ataque es especialmente significativo, ya que se produce justo un día después de que el presidente ruso Vladimir Putin firmara un decreto que actualiza la doctrina nuclear de Rusia. La nueva política amplía las condiciones en las que Rusia podría emplear armas nucleares, incluidas las respuestas a ataques convencionales que amenacen la soberanía rusa. La medida fue ampliamente interpretada como una advertencia a Estados Unidos y a la OTAN contra una mayor implicación en el conflicto ucraniano.
No obstante, el Kremlin, a través de su portavoz Dmitry Peskov, acusó a la administración estadounidense saliente de “hacer todo lo posible” para prolongar la guerra. Esta declaración se produjo en medio de informaciones según las cuales el presidente Biden también había autorizado el suministro de minas antipersona a Ucrania, a pesar de que Kiev es signatario del Tratado de Ottawa, que prohíbe este tipo de armas.
El ataque del miércoles se produce después de un bombardeo masivo ruso del domingo contra la infraestructura eléctrica de Ucrania, en el que participaron 120 misiles y 90 aviones no tripulados. El patrón de ataques sugiere una intensificación de la estrategia rusa para dañar la infraestructura civil ucraniana a medida que se acerca el invierno.