Rio de Janeiro.-Los ministros de Exteriores del G20 se reunirán este miércoles y jueves en Rio de Janeiro, en un contexto mundial marcado por las guerras de Gaza y Ucrania y con poco margen para avances en un foro donde chocan Occidente y Rusia.
Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, y Rusia, Serguéi Lavrov, participarán en el primer encuentro de alto nivel del año del G20, presidido desde diciembre por Brasil. El canciller chino, Wang Yi, estará ausente.
Aunque el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, describe el G20 de las principales economías como el “foro con la mayor capacidad para influir positivamente en la agenda internacional”, las divisiones entre sus miembros se acentúan.
El propio Lula abrió el domingo un nuevo frente diplomático, cuando acusó a Israel de cometer un “genocidio” en la Franja de Gaza y comparó la campaña militar en el territorio palestino con el Holocausto.
Sus comentarios indignaron a Israel, que declaró al mandatario izquierdista “persona non grata”. En respuesta, Brasil convocó al embajador israelí y llamó a consultas al suyo en Tel Aviv.
La crisis será probablemente abordada en la reunión en Brasilia entre Lula y Blinken, horas antes del G20. Washington dijo el martes “no estar de acuerdo” con los comentarios de Lula.
“Si Lula pensó que iba a proponer soluciones de paz sobre Israel o Ucrania, eso quedó directamente descartado”, dijo a la AFP el economista y doctor en Relaciones Internacionales Igor Lucena.
Más de cuatro meses después de que Israel lanzara una ofensiva en la Franja de Gaza, en respuesta a un ataque del movimiento islamista Hamas que dejó unos 1.160 muertos, según un balance basado en cifras israelíes, nada indica que se esté cerca del fin del conflicto.
Estados Unidos vetó el martes una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto al fuego.
La ofensiva israelí en la Franja provocó al menos 29.195 muertos, según el ministerio de Salud del territorio.
Pese al intento de Occidente de condenar la invasión del presidente ruso Vladimir Putin, la última cumbre del G20 celebrada en septiembre en Nueva Delhi se saldó con un vago comunicado que denunciaba el uso de la fuerza pero no citaba a Rusia, que mantiene relaciones cordiales con miembros como Brasil e India.
Las tensiones con Rusia se acentuaron tras la muerte en prisión del opositor Alexei Navalny, anunciada el viernes.
Las potencias occidentales responsabilizaron a Putin por ella y Estados Unidos anunció el martes que adoptaría un “importante paquete de sanciones” contra Rusia.
En ese contexto, no se espera que Blinken y Lavrov se reúnan de forma bilateral. El último encuentro entre ambos tuvo lugar en una reunión del G20 en India, en marzo de 2023.
Lula, por su parte, pidió no sacar conclusiones precipitadas sobre la muerte de Navalny a la espera de una “investigación para averiguar de qué murió”.
El G20, que se celebrará frente al mar en Rio, abordará también una reforma de los entes de gobernanza global, un asunto especialmente defendido por Brasil que pide un mayor peso para los países del Sur global.
“El número y la gravedad de conflictos volvió al nivel de la Guerra Fría. Esto hace (la reforma) más urgente”, dijo el martes Mauricio Lyrio, “sherpa” del G20 para Brasil.
“Debemos adaptar el sistema internacional para prevenir nuevos conflictos”. Ahora, “solo estamos apagando fuegos”, agregó.
Brasil también hizo de la lucha contra el hambre y la acción internacional contra el cambio climático prioridades de su presidencia.
Pero Lucena estima que será “difícil” obtener “grandes acuerdos” este año en el marco del G20, debido también a las elecciones en algunos países miembros, como Estados Unidos.
Una fuente del gobierno brasileño explicó que, tras las disensiones de las últimas reuniones, la presidencia decidió que ya no será necesario alcanzar un comunicado conjunto en cada reunión, con la excepción de la cumbre de líderes del G20, que este año se celebrará en Rio en noviembre.