Las subvenciones públicas a los combustibles fósiles casi se duplicaron en 2021 respecto al año anterior, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que las consideran ineficaces y piden que se dedique ese dinero a las alternativas que no generan emisiones causantes del cambio climático.
En un estudio que recoge datos de 51 países publicado este lunes, ambos organismos internacionales cifran en 697,200 millones de dólares las ayudas públicas para esos combustibles fósiles el pasado año, frente a los 362,400 millones de 2020.
En términos relativos, el mayor incremento de las subvenciones fue para la electricidad generada con combustibles fósiles, con 209,300 millones de dólares en 2021, lo que significa multiplicar por 2.65 las del ejercicio precedente.