SANTO DOMINGO.- Con mayor frecuencia, las enfermedades respiratorias afectan a los infantes, principalmente en la etapa preescolar; muchas de estas están asociadas a virus que mantienen una corta duración, mientras que otras logran prolongarse por bacterias, logrando que las afecciones respiratorias se conviertan en cuadros crónicos si no se manejan de manera oportuna. La Sociedad Dominicana de Pediatría dedicó su reciente encuentro de actualización a este tema, con el objetivo de orientar a los pediatras sobre el uso de antitusivos para el abordaje de estas enfermedades y mejora de los síntomas.
“Estudios sobre enfermedades infecciosas, en el 2024, identificaron que existen cinco virus que fungen como responsables del 95% de las enfermedades respiratorias”, explicó el el doctor Andrés Mena de la Rosa, pediatra neumólogo y conferencista invitado de este encuentro de actualización, puntualizando que en estos procesos la tos tiene un rol relevante, ya que sirve como un mecanismo de limpieza de las vías respiratorias.
Sin embargo, cuando la tos se exacerba y termina afectando la calidad de vida del niño, el especialista argumentó sobre el uso adecuado de algunos antitusivos (fármacos para la tos) conforme a la enfermedad y la edad del niño, enfatizando que nunca se debe automedicar, pues superar la dosis adecuada puede dejar efectos adversos en el infante.
Las principales causas de tos en los niños surgen debido a infecciones virales respiratorias agudas (gripes y resfriados comunes), seguida por la bronquiolitis, el asma, las alergias, la enfermedad de reflujo gastroesofágico, así como la presencia de cuerpos extraños.
El galeno explicó que en la actualidad existe una amplia clasificación de antitusivos (medicamentos para combatir la tos). Sin embargo, para los niños se recomienda evitar el uso del “dextrometorfano”, uno de los medicamentos más utilizados en Pediatría, pues alivia la tos pero no el agente que lo causa, entre otros efectos que puede generar en el infante. El uso de este medicamento no está indicado en niños menores de dos años. Señaló además que las guías actuales recomiendan reemplazar estos por unos antitusivos de tercera generación y acción periférica, como es el compuesto de levodropropizina.
El doctor Mena de la Rosa también reseñó sobre aquellas condiciones que incrementan la vulnerabilidad del infante y aumentan el riesgo de las enfermedades respiratorias agudas y crónicas. Algunas de estas son: los eventos atmosféricos, la polución, los desperdicios sólidos, la acumulación de basura, los vehículos que circulan en malas condiciones o los de gas propano, el hábito de fumar de los adultos ( convierten al niño en fumador pasivo) entre otros.
Como recomendaciones finales, Mena de la Rosa instó a los pediatras a evitar estos fármacos centrales y optar por los de acción periférica, preferiblemente usarlos en niños mayores de 2 años.
En el caso de los padres y cuidadores, reiteró que jamás deben automedicar a los niños, debido a que las dosis deben ser muy específicas y sobremedicarlos puede tener efectos adversos indeseables en su sistema central. Si el niño/a está bajo el cuidado de una guardería, este sólo debe usar un medicamento si los padres llevan una receta autorizado por un pediatra, bajo la dosis indicada. En la casa no recomienda usar ningún medicamento que no sea por prescripción de su pediatra de cabecera, a fin de evitar efectos colaterales importantes.
En el marco de este encuentro, el doctor Reynaldo Jimenez, presidente esta sociedad medica especializada, destacó que la Sociedad Dominicana de Pediatría promueve estos espacios de actualización, a fin de impulsar la educación médica continua de sus miembros, así como brindar mayores herramientas y experiencias que permitan la mejora de la atención médica en la República Dominicana.