Redaccion Internacional.- Pocos temas son tan complejos para tratar con los niños como la muerte. ¿Cómo explicarle a un pequeño que alguien simplemente deja de ser y de estar en este mundo? ¿Cómo abordar la tristeza que sigue? Al no saber cómo hablar de estos temas, algunos padres los evitan por completo y recurren a eufemismos para la temible palabra que empieza con “M”. "Se fue al cielo", dicen. "Ya no está con nosotros".
Sin embargo, películas como Coco, de Disney Pixar, han puesto a la muerte como protagonista y eso ha invitado a niños y adultos a acercarse, no con tristeza ni con miedo, sino como un homenaje a la vida misma: como un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido. Y si los niños preguntan ¿qué pasa cuando alguien muere?, el mensaje es que los recordamos, porque la memoria es vida.
“Morimos físicamente, pero el recuerdo siempre va a estar vivo”, indica en entrevista con Noticias Telemundo la tanatóloga y coach emocional Regina Cantú.
“La película Coco nos deja esa enseñanza en general: cómo abordar este tema con los niños. Es aprovechar, en el buen sentido, el tema de la muerte para hablar de nuestra finitud. No somos como los videojuegos, en los que los personajes regresan. Somos finitos. ¿Cuándo nos vamos a morir? Nadie lo sabe”, agrega Cantú.
Coco como herramienta para trabajar el proceso de duelo
La película aborda el recuerdo de nuestros seres queridos tras su fallecimiento. Nos explica que las personas no desaparecen del todo mientras permanezcan en nuestra memoria. Esta es una fase muy importante del proceso de duelo, la de aceptación.
La trama nos deja varias reflexiones sobre los recuerdos que conservamos de nuestros seres queridos:
-Debemos honrar la memoria de nuestros seres queridos, así los llevaremos siempre cerca.
-Entender la muerte como parte de la vida. Al tratarse de algo doloroso, solemos esconder lo que nos cuesta vivir con esa ausencia y evitamos los recuerdos, dificultando el proceso de duelo. Por consiguiente, hemos de aprender a hablar abiertamente de la persona fallecida y expresar todos los recuerdos bonitos que conservamos de y con ella.
-Los días señalados son importantes. Hay días puntuales en los que el dolor se intensifica, pero los hemos de tomar como oportunidades para recordar los buenos momentos, eso nos ayudará a asimilar nuestra nueva realidad y nos dará consuelo ante el dolor que sentimos.
-Por último, los rituales nos ayudan a tener un duelo sano y a valorar todo lo bueno que esa persona nos dejó. Cada persona puede tener sus propios rituales, por ejemplo: poner una vela, ir al cementerio, escribirle una carta, en el caso de los niños, hacer un dibujo, etc.
Es muy beneficioso que todos los niños dispongan de esta información. Según su edad lo asimilarán de una manera u otra, pero serán herramientas para vivir el proceso de duelo por fallecimiento de una forma más sana y natural.
Los padres también pueden hacer uso de la película Coco para explicar a sus hijos, cuando sea el momento oportuno, la importancia de recordar a los que ya no están para que permanezcan siempre con nosotros.
Los niños toman nota de las reacciones de los adultos ante la muerte. “Si los adultos ven la muerte como algo natural en la vida y eso se lo transmiten a los niños, entonces no habrá tanto miedo ni tabú sobre este tema”, explica Alicia Hinojosa, psicóloga y doctora en tanatología. “La muerte no es que sea mala, sino que es dolorosa por la separación física”.
Para quienes crecen celebrando la tradición del Día de Muertos, este festejo puede ofrecer una perspectiva alentadora ante la pérdida de un ser querido.