Redacción Internacional.- Un expolicía armado atacó este jueves una guardería en el noreste de Tailandia causando la muerte de casi 40 personas, al menos 20 de ellas niños -algunos de apenas dos años -, según cifras preliminares extraoficiales, para luego asesinar a su familia y suicidarse.
El Secretario General de las Naciones Unidas manifestó tristeza y consternación por el terrible tiroteo masivo ocurrido en la provincia de Nong Bua Lamphu, una región principalmente agrícola con una de las tasas de pobreza más altas de Tailandia.
En un comunicado, António Guterres ofreció sus condolencias a las familias de los fallecidos y deseó una pronta recuperación a los heridos.
Hasta el momento, las informaciones indican que diez personas quedaron heridas, seis de ellas gravemente.