Redacción Internacional.- Con toda la Unión Europea preparando planes de contingencia para asumir un otoño energético marcado por los cortes de gas desde Rusia, algo que ya está sucediendo, la NASA ha publicado varias imágenes que probarían el destino que Vladímir Putin está dando al gas que no envía a Europa: lo está quemando.
Esas fotografías revelarían, según ha publicado el diario finlandes 'Yle Uutisten', llamas en la estación compresora Portova de Gazprom, punto de partida del gasoducto Nord Stream I y origen del servicio de envío a Alemania, ahora reducido casi al 20%.