Redacción Internacional.-Investigadores japoneses analizaron el miércoles la colisión en el aeropuerto Haneda de Tokio entre un avión de la guardia costera y uno de pasajeros que, según ejecutivos de la aerolínea responsable, había recibido autorización para aterrizar.
Cinco personas murieron en la aeronave de la guardia costera, mientras que los 379 pasajeros y tripulantes del Airbus de Japan Airlines (JAL) lograron ser evacuados antes de que fuera consumido por las llamas la noche del martes.
El capitán del avión de la guardia costera, que llevaba ayuda a la zona de Japón golpeada por un terremoto, fue el único sobreviviente, pero sufrió graves heridas.
Imágenes mostraron el martes una bola de fuego y un espeso humo negro saliendo de abajo del avión comercial poco después de aterrizar y de frenar de nariz, luego de un fallo en su tren de aterrizaje delantero.
Los pasajeros debieron bajar en toboganes inflables mientras llamas salían de la parte trasera del avión, se observa en un video divulgado en la red social X.
“Apenas aterrizamos hubo un estallido y noté una llamarada que surgía de la parte derecha”, relató una pasajera a la red NHK.
“Yo necesitaba proteger a mi hija, solo eso tenía en la mente”, agregó.
Permiso de aterrizaje
Autoridades del gobierno se comprometieron a investigar el incidente. Japón no ha sufrido un accidente grave de aviación en décadas.
Autoridades de JAL dijeron en conferencia de prensa la noche del martes que el avión había recibido permiso para aterrizar por parte del control de tráfico aéreo. “Entendemos que había sido dado”, indicaron.
Pero JAL y el gobierno declinaron comentar directamente sobre los intercambios entre los controladores de vuelo y los dos aviones por estar en investigación.