REDACCIÓN.-Un tribunal de Ecuador condenó a 34 años y 8 meses de prisión a dos personas de las cinco acusadas del asesinato material del candidato presidencial Fernando Villavicencio, acribillado a tiros por sicarios colombianos el 9 de agosto del año pasado al salir de un mitin electoral en un concurrido sector de Quito.
Tras ocho días de audiencias, Carlos Edwin A. L. (‘El Invisible’), líder de una facción de la banda criminal Los Lobos, y Laura Dayanara C. V. ‘La Flaca’ recibieron una sentencia condenatoria agravada al considerárseles autor mediato (con dominio del hecho) y “coautora”, respectivamente, del asesinato de Villavicencio, informó la Fiscalía General del Estado en un comunicado.
Dura condena por el crimen de Villavicencio
Los jueces que sustanciaron el caso han impuesto también a los dos condenados una multa de “1.000 salarios básicos unificados”, unos 460.000 dólares, más un pago por “reparación integral” de 100.000 dólares, la mayor parte de los cuales deben abonar a los acusadores particulares, añadió la fuente.
El tribunal, además, sentenció a doce años de prisión a Erik Marcelo R. P., Víctor Alfonso F. y Alexandra Elizabeth C. F., al considerárseles cómplices del asesinato, además de una multa de 156.400 dólares (340 salarios básicos) y 33.000 dólares cada uno como indemnización.
De acuerdo con la Fiscalía, ‘El Invisible’ estaba recluido el día del crimen en la cárcel de Latacunga, a unos 90 kilómetros al sur de Quito, pero las investigaciones apuntan a que dio la orden de disparar a Johan Castillo, abatido por policías tras hacer los disparos contra Villavicencio.
De su lado, a Alexandra Elizabeth C. F. se le acusó de estar en el mitin político en Quito y dar aviso a los sicarios para ejecutar el crimen.
Villavicencio se le asesinó por parte de un grupo de siete sicarios colombianos once días antes la primera vuelta de las elecciones generales extraordinarias, convocadas para completar el periodo (2021-2025) del exmandatario Guillermo Lasso, que había recortado su periodo.
También otro al que se le señaló murió en circunstancias similares en una cárcel de Quito, por lo que solo quedaron cinco acusados para procesar como autores materiales del mortal atentado.