NUEVA YORK — En los mapas de calidad del aire, el color púrpura indica la situación más grave. En realidad, se trata de una peligrosa niebla densa que altera la vida cotidiana de millones de personas en todo Estados Unidos y Canadá, ocultando la silueta de las ciudades y tintando el cielo de naranja.
Y ante la previsión de pocos cambios en lo meteorológico, la humareda procedente de los incendios en Quebec y Nueva Escocia y la llegada de nubes de partículas finas que alcanzan Carolina del Norte y el norte de Europa persistirán el jueves y posiblemente durante el fin de semana.
Esto supone al menos una jornada más en un ambiente distópico que sacó a los jugadores de los campos de béisbol, bajó a los actores de los escenarios de Broadway, demoró miles de vuelos y provocó la reaparición de las mascarillas y el teletrabajo, al tiempo que aumentó la preocupación por los efectos de la exposición prolongada a ese aire de mala calidad sobre la salud.
En el este de Estados Unidos, las autoridades advirtieron a los residentes que se queden en espacios interiores y limiten la actividad al aire libre también el jueves, ampliando las alertas de “código rojo” por la mala calidad del aire por tercer día consecutivo, mientras las previsiones muestran que los vientos seguirán empujando el aire cargado de humo hacia el sur.