Redacción Internacional.-Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud, con el propósito de valorar este derecho. Esta efeméride invita a reconocer la importancia de la salud en la vida del ser humano tanto a nivel físico como mental.
Este día insta a recordar que la salud es un derecho humano fundamental, y que se debe trabajar para garantizar que sea accesible para todos, sin importar su origen, situación económica o ubicación geográfica.
Este año también se conmemora el trigésimo aniversario de la histórica Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, en que los líderes mundiales acordaron tomar medidas concretas para poner los derechos humanos, incluidas la salud y los derechos sexuales y reproductivos, en el centro del desarrollo sostenible. Es momento ideal para volver la mirada hacia atrás y rememorar los éxitos de las últimas tres décadas, así como para mirar hacia adelante y encarar los desafíos del mañana.
Y es que, en efecto, a lo largo de los años se han logrado avances importantes: la humanidad es más sana y feliz; la maternidad es más segura; las personas viven más tiempo. Sin embargo, el progreso ha mejorado desproporcionadamente la vida de quienes son más fáciles de alcanzar y, en cambio, ha dejado a muchos miembros de comunidades marginadas excluidos de sus frutos, sin que se haya cumplido su derecho a la salud, del mismo modo que se ha estancado o incluso revertido en algunas cuestiones fundamentales, como las muertes maternas: muere una mujer cada dos minutos debido al embarazo o el parto.