Redaccion.- Internacional.- Francia vive cinco días de crisis social tras la muerte de un adolescente por un policía. La prensa local asegura que el objetivo del encuentro es subrayar la "firmeza" y la unidad del Gobierno ante la violencia desatada en las principales ciudades del país.
El presidente francés, Emmanuel Macron, su primera ministra, Élisabeth Borne y siete ministros más del Gobierno han mantenido este domingo por la noche una reunión de urgencia para tratar los graves disturbios desatados tras la muerte el martes de un adolescente de 17años por un disparo de un policía en Nanterre.
La reunión, que no estaba incluida en la agenda presidencial, ha sido un "punto de situación" para tener una "actualización de los sucesos", según han informado fuentes del Elíseo citadas por medios franceses.
Entre los asistentes están el Ministro del Interior, Gérald Darmanin, y el titular de Justicia, Éric Dupont-Moretti. El objetivo del encuentro es subrayar la "firmeza" y la unidad del Gobierno ante la violencia desatada en las principales ciudades del país desde hace cinco días que va dejando al menos 719 personas fueron detenidas y unos 45 policías heridos.
Uno de los incidentes más graves es lo que sucedió anoche contra la casa del alcalde de L’Haÿ les Roses, en el que resultaron levemente heridos la esposa y uno de sus dos hijos pequeños de la autoridad edil, Vincent Jeanbrun (del partido de derecha Los Republicanos), mientras este se encontraba en el ayuntamiento para coordinar la respuesta a los disturbios.
La primera ministra, Elisabeth Borne, calificó el ataque de "intolerable" y se desplazó hasta L’Haÿ les Roses desde donde afirmó que el gobierno "no va a dejar pasar ningún tipo de violencia".