Redacción Internacional.-Los que en Francia utilizan el coche para ir al trabajo y que se encuentran entre el 50% de la población con menores ingresos recibirán el año próximo 100 euros como ayuda para la compra de carburante, anunció este miércoles la primera ministra, Élisabeth Borne.
"Vamos a seguir protegiendo el poder adquisitivo de los franceses pero centrándonos más en los que más lo necesitan", señaló Borne en una entrevista a la emisora RTL en la que presentó este nuevo dispositivo que pretende compensar para los particulares la escalada del precio de la energía.
Para beneficiarse de esa ayuda, habrá que declarar en la página web del fisco que se utiliza el coche para trabajar. No está dirigida ni para los pensionistas, ni para los parados ni para los que utilizan el transporte público.