Nueva York – El defensivo Warren Sapp, integrante del Salón de la Fama, informó que cuando muera donará su cerebro a la "Concussion Legacy Foundation" para que pueda servir de investigación.
Sapp, de 44 años, indicó que el objetivo es que se investigue sobre las lesiones cerebrales que suceden cuando se juega al fútbol.
"Yo quería que este deporte fuera mejor cuando me retiré, que cuando ingresé", declaró el exprofesional.
Sapp, una selección siete que decidió retirarse en el 2008 luego de permanecer 13 temporadas dentro de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), nueve jugando para los Buccaneers de Tampa Bay, y cuatro para los Raiders de Oakland, destacó que "el fútbol ha afectado mi memoria".
El exjugador indicó que ahora todo el mundo habla del Salón de la Fama y de los grandes jugadores que se han inmortalizado luego de ingresar a él, pero "ninguno de nosotros admite que no podemos recordar cómo llegar a casa, o la lista de comestibles que la esposa nos entregó, o cómo ir a recoger a nuestros hijos a la escuela".
Indicó que siempre se encuentran pretextos como el mal sueño de la noche anterior o alguna bebida que se haya tomado "pero no queremos reconocer que es nuestro cerebro el que está mal, el que se está deteriorando frente a nuestros ojos".
Sapp, incluido en el Salón de la Fama en 2013, dice que ahora tiene que usar recordatorios en su teléfono para poder recordar tareas sencillas.
Comentó que sus olvidos son resultado de "los golpes que tuve cuando jugaba fútbol".
"Durante el juego atacábamos con la cabeza, agarrábamos las mascarillas, nos golpeábamos con las manos en la cabeza, pero eso es justo lo que se debe eliminar del juego, debemos mejorar la forma en que se juega el fútbol", indicó.