REDACCIÓN.-En contra de todos los pronósticos, la extrema derecha no logró tomar el poder legislativo en Francia.
En los últimos días, encuestadoras y expertos apuntaban a un posible triunfo de la coalición de Marine Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias, donde se elige a los 577 miembros de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, esta facción política, llamada Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), quedó en tercer lugar en los comicios del domingo, por detrás de la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular y de Juntos, el partido centrista del presidente Emmanuel Macron.
Tras los resultados, los rivales de Le Pen salieron a las calles a celebrar.
En la Plaza de la República, en París, se podían leer carteles que decían cosas como «la extrema derecha no pasará» en medio de miles de personas que saltaban, bailaban y gritaban de emoción.
Para algunos analistas, no obstante, hay que leer los resultados con detenimiento.
Y es que, aunque no consiguieron la mayoría parlamentaria, el partido de Le Pen y sus aliados aumentaron considerablemente su presencia en la Asamblea, pasando de 89 escaños a 143, lo que puede ser señal de algo mucho más profundo.
Según agencia medios hablaron de todo esto con Jean-Yves Camus, analista y politólogo francés, autor de libros como «Las extremas derechas en Europa».
«Con esta elección no se logró frenar del todo a la extrema derecha«, señala.
«Acaban de perder unas elecciones, sí, pero como dijo Marine Le Pen, hay otras en 2027 y todavía pueden intentar alcanzar el poder a través de la presidencia y no a través del Parlamento», agrega.