REDACCIÓN.- Este jueves, como cada 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, una iniciativa establecida en 2010 por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS), con el objetivo de promover la educación, el respeto a los derechos sexuales y la importancia de la salud integral en torno a la sexualidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como un estado de bienestar físico, mental y social relacionado con la sexualidad, lo que implica la posibilidad de mantener relaciones seguras y satisfactorias, libres de violencia, discriminación o coerción, además del acceso a información confiable y a servicios de salud sin prejuicios.
La WAS subraya que los derechos sexuales forman parte de los derechos humanos universales, entre ellos la igualdad y la no discriminación, la autonomía sobre el propio cuerpo, la privacidad, la educación sexual integral y la libertad de expresión.
Para este 2025, el lema elegido es “Justicia sexual: ¿qué podemos hacer?”, que concentra su enfoque en cuatro ejes principales: la garantía de los derechos sexuales, la libertad reproductiva, la visibilidad y respeto hacia adolescentes y jóvenes LGBTQ+, así como el acceso a información veraz sobre sexualidad.
Con la conmemoración de esta fecha, la organización busca fomentar la discusión pública, derribar estigmas y fortalecer la educación en salud sexual, promoviendo la dignidad, el respeto y la justicia en todas las dimensiones de la vida sexual y reproductiva.
La invitación es clara: hablar, compartir y educar. La WAS, además, propone actividades comunitarias, foros y difusión de información basada en evidencia, para que la sexualidad deje de ser un tema de vergüenza y se convierta en un espacio de respeto y bienestar.
La sexualidad no es un secreto de alcoba, es parte de la vida y, como tal, debe ser vivida con dignidad, libertad y placer. Así que hoy, Día Mundial de la Salud Sexual, la mejor consigna es: informarse, respetar y disfrutar con responsabilidad.
Porque, al final, hablar de salud sexual no es solo hablar de sexo, sino de derechos, justicia y calidad de vida.