REDACCIÓN INTERNACIONAL.-El papa afirmó que no puede haber «ninguna discusión» sobre el aborto, que «es un homicidio» y el médico que lo practica «es un sicario», en la rueda de prensa en el avión de regreso de su visita a Luxemburgo y Bélgica.
En una visita fuera de programa a la cripta real, bajo la iglesia de Nuestra Señora de Laeken, el papa se detuvo frente a la tumba del rey Balduino, fallecido en 1993, y alabó su «valentía». Esto, al optar por «abandonar su puesto de rey para no firmar una ley asesina», en referencia a que renunció tres días al trono para no firmar la ley del aborto en 1990.
La Casa Real belga aclaró después en un comunicado que los reyes Felipe y Matilde le habían acompañado «por cortesía». Mientras, el Centro de Acción Secular calificó las palabras de Francisco de «sorprendentes» y las interpretó como una «provocación».