REDACCIÓN INTERNACIONAL.-El Grupo de los Siete (G7) se prepara para iniciar este lunes una cumbre de tres días en la localidad canadiense de Kananaskis, donde los jefes de Estado y de Gobierno de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Japón abordarán, entre otros temas, la escalada bélica entre Israel e Irán.
La ofensiva militar lanzada por Israel contra objetivos iraníes ha alterado la agenda original y generado divisiones internas entre los países participantes.
La cumbre también marca el regreso del presidente estadounidense Donald Trump a la diplomacia multilateral. Trump llegó a Canadá después de asistir a un desfile militar en Washington, en medio de protestas internas por su política migratoria. La última vez que participó en una cumbre del G7 en territorio canadiense fue en 2018, cuando abandonó el encuentro de forma anticipada y se desvinculó del comunicado final tras criticar públicamente al entonces primer ministro Justin Trudeau.
Ahora, con Mark Carney al frente del gobierno canadiense desde marzo, la organización del encuentro busca evitar fricciones innecesarias. Carney, ex gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, diseñó una agenda centrada en minimizar las divisiones. Sin embargo, la ofensiva israelí contra Irán, inesperada y de gran escala, ha desplazado las prioridades originales del encuentro.
La Comisión Europea ya se ha pronunciado en torno al conflicto. Ursula von der Leyen, presidenta del organismo, afirmó que habló con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu antes de la cumbre.