REDACCIÓN.- Edmundo González Urrutia, ganador de las elecciones del 28 de julio, prometió a sus seguidores que volverá a Venezuela para, el próximo 10 de enero, tomar posesión como presidente del país, tal como está previsto en el cronograma nacional.
De hecho, insistió en que su salida del país es “temporal” y que, en tanto se mantiene alejado del régimen chavista, cumple desde Europa el rol clave de “vocero y gestor de cuantas acciones y diligencias puedan estar con el fin de motorizar la solidaridad española y, por extensión, del resto de Europa, con la causa democrática venezolana”.
“Lo hago con la plena responsabilidad que me confiere mi carácter de presidente electo, así reconocido por millones de venezolanos -ocho millones para ser exactos- y por buena parte de la comunidad internacional”, agregó.
“El mundo conoce y reconoce las actas originales porque las hemos mostrado de manera transparente”, remarcó sobre los documentos publicados en línea por la Plataforma Unitaria Democrática que avalan su triunfo y desmienten la narrativa chavista.
Al ser consultado por las posibilidades de realmente, esta vez, derrotado al régimen que gobierna Venezuela hace décadas, González Urrutia dijo con confianza que hace falta “un solo Edmundo” para restaurar la democracia en el país.
“No hay dos Venezuelas, hay una sola. La democrática, avalada por millones de votos obtenidos el 28 de julio pasado. No hay dilema”, sumó.
En ese sentido, precisó que, una vez asentado en el Palacio de Miraflores, trabajará por recuperar la institucionalidad y recobrar el valor del diálogo y la convivencia, contribuir a la rápida construcción de la imagen del país, normalizar las relaciones diplomáticas y reactivar convenios de cooperación que abarque desde la promoción de inversiones hasta el combate contra las drogas, y, especialmente, “dejar atrás el personalismo y la improvisación, así como la intolerancia y la persecución a mansalva de otros venezolanos”.