Redacción Internacional.-La compleja crisis diplomática entre México y Ecuador sigue acumulando tensión. El viceministro ecuatoriano de Movilidad Humana, Alejandro Dávalos, fue enviado por el Gobierno de Daniel Noboa para defender ante la OEA la postura oficial de Ecuador sobre la violenta entrada de fuerzas policiales a la embajada mexicana el pasado 5 de abril.
Ese día, por la noche, por orden del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, la Policía del país irrumpió en la embajada mexicana para arrestar a Jorge Glas, vicepresidente durante el mandato de Rafael Correa (2007-2017) procesado por corrupción y a quien México le acaba de conceder asilo.
"Esperábamos que México dispusiera la salida de Glas, quien no reunía los requisitos para el asilo y quien de ninguna manera se puede considerar un perseguido político", expresó Dávalos ante la OEA, al señalar que, para el Gobierno ecuatoriano, la representación mexicana estaba "obstaculizando el funcionamiento del sistema judicial ecuatoriano".
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, rechazó tajantemente la postura ecuatoriana, afirmando que justificar la transgresión del derecho internacional por la legislación interna sería "borrar de un plumazo la regla más fundamental". Almagro fue claro en que el accionar ecuatoriano "no puede quedar como precedente".