Santo Domingo, R.D.- El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, expresó su preocupación por lo que definió como indiferencia e inexplicable silencio de muchos funcionarios con respecto a las directrices trazadas por el presidente Luis Abinader y las posturas asumidas por el primer mandatario en lo que concierne a la problemática haitiana.
Al intervenir hoy en un encuentro en la sede de ese organismo, Gómez Ramírez, indicó que la recta y enérgica posición del presidente de la República luce como si fuera sólo de él y unos pocos, cuando en verdad lo que hace el gobernante es sintonizar con el más puro sentimiento del pueblo dominicano, y tal posición, que es la del país, debe merecer el respaldo enfático de todos los estamentos de poder.
“El momento demanda cerrar filas en torno a los valores y principios que nos legaron el fundador de la República, Juan Pablo Duarte y los trinitarios, y, en consecuencia, asumir con entereza y determinación la defensa de los supremos intereses de la patria, en especial nuestra integridad territorial y la paz social”, manifestó Gómez Ramírez.
Precisó que resulta un imperativo que, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX), se impulse una vigorosa ofensiva para que sus representantes diplomáticos expongan nuestra realidad ante las embajadas, parlamentos, organismos internacionales y las agencias de prensa, para edificar al mundo al respecto.
El presidente del Instituto Duartiano manifestó que las referidas instancias también deben recibir informaciones claras y precisas en lo referente a la presencia haitiana en nuestro país y proveerles de manera objetiva datos estadísticos, socioeconómicos, demográficos y medioambientales.
“Esta entidad patriótica, ante la ofensiva de sectores internacionales y grupos auspiciados por estos, reitera que la República Dominicana no tiene que consultar a otras naciones ni organismos del exterior para adoptar medidas que preserven su integridad, y aseguró que las autoridades están haciendo lo correcto al repatriar los haitianos indocumentados o ilegales a su país”, expuso.
Gómez Ramírez consideró que la aplicación de las leyes migratorias constituye una sólida expresión de su soberanía por lo que, cualquier acción orientada a impedir la actuación del Estado al respecto, es una inaceptable injerencia que atenta contra su integridad.
Por último, indicó que mientras tanto, las autoridades dominicanas tienen que seguir aplicando con el mayor rigor todas sus leyes, principalmente la migratoria y la laboral, frente a la desbordada presencia de ilegales e indocumentados haitianos que se han establecido en todo el territorio nacional.