El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Europa por segunda vez en una semana, en un viaje que puede proporcionarle un breve interludio en medio de la crisis por la reunión de su hijo Donald Trump Jr., y una abogada rusa durante la campaña presidencial del año pasado.
El Air Force One aterrizó en el aeropuerto de París Orly la mañana de este jueves.
Trump participará en varias reuniones en la residencia del embajador estadounidense antes de ser recibido en una ceremonia de bienvenida formal por su anfitrión, el presidente francés Emmanuel Macron.
El líder estadounidense también visitará este jueves la tumba de Napoleón en Les Invalides antes de mantener conversaciones sobre seguridad con Macron en el Palacio del Elíseo.
Ambos líderes responderán a las preguntas de los periodistas por la noche y cenará con sus esposas en un restaurante con estrellas Michelin en el segundo rellano de la Torre Eiffel.
Trump servirá como invitado de honor en el desfile militar nacional del Día de la Bastilla, en el 100 aniversario de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, invocando los triunfos estadounidenses en el extranjero que podrían ayudar a posicionarlo como un fuerte comandante en jefe.
La sombra de Rusia
Lo que parece casi seguro es que esta será la tercera visita de Trump a Europa dominada por los cuestionamientos sobre el papel de Rusia en la elección estadounidense. Esta vez, es la admisión -mediante mensajes de correo electrónico- de que Trump Jr. se reunió el año pasado con una mujer que él creía era una abogada del gobierno ruso que le iba a ofrecer información potencialmente comprometedora del Kremlin sobre Hillary Clinton.
El presidente buscó salir antes de esa confrontación el miércoles, diciéndole a Reuters en una entrevista que no sabía nada acerca de la reunión cuando tuvo lugar en junio del año pasado.
"No, no sabía hasta hace un par de días cuando oí hablar de esto", dijo.
No sería la primera vez que el drama de Rusia ha borrado los esfuerzos de la Casa Blanca para promover la agenda global de Trump.
En su primer viaje a Europa en mayo no mencionó el principio de la OTAN de autodefensa mutua, aumentando los cuestionamientos acerca de su compromiso con la organización en un momento precedido por sus declaraciones no críticas hacia Rusia.
La semana pasada, en la cumbre del G20 en Alemania, Trump se reunió por primera vez con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la que este afirmó que Rusia no intentó influenciar la elección presidencial de 2016.
Tras esa reunión, Trump tuiteó que “presionó fuertemente” a Putin dos veces sobre la intromisión en la elección y que ambos discutieron sobre la formación de "una unidad de seguridad cibernética impenetrable" y un alto del fuego en algunas partes de Siria.
Una fuente republicana dijo que Trump estaba molesto porque lo que consideró una visita exitosa a Polonia y Alemania la semana pasada fue eclipsada por Rusia. Ahora es probable que los titulares sobre Rusia proliferen una vez más.