El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes cambios en la política de su país hacia Cuba, asegurando que la política actual, emprendida por el expresidente Obama y el líder cubano Raúl Castro, no favorece al pueblo cubano, sino que enriquece al régimen.
El republicano presentó la nueva postura de EE.UU. con cuba: restricciones para hacer negocios con las empresas administradas por los militares cubanos y la imposición de mayores controles a los viajeros estadounidenses que visiten Cuba.
La nueva política de Trump procura la apertura hacia los ciudadanos cubanos. El mandatario habló de la opresión comunista que prevalece en la isla y mencionó nombres de disidentes, como las Damas de Blanco, para denunciar las violaciones a los derechos humanos que dijo se cometen en el país.
El mandatario dijo que no levantaría las restricciones hasta que todos los presos disidentes sean liberados y hasta que haya elecciones libres y verificadas. Añadió que aplicarán la restricción contra el turismo, contra el comercio, y que se asegurarán que las inversiones en ese país lleguen al pueblo.
Dijo estar dispuesto a sentarse a negociar un mejor acuerdo con el gobierno de la isla, a reducir las actividades económicas de Estados Unidos, incluidas las relacionadas con el turismo y con el conglomerado militar cubano Grupo de Administración Empresarial (GAESA).
Otras se de sus promesas fueron:
Permitir a los ciudadanos y entidades estadounidenses que desarrollen lazos económicos con el sector privado y emergente de Cuba
Reforzar las restricciones de viaje para los estadounidenses que quieran visitar la isla
Prohibir los viajes individuales de estadounidenses bajo la categoría "people to people" ("persona a persona"), que había permitido el gobierno de Barack Obama
Los cubanos radicados en EE.UU. podrán seguir enviando remesas y visitar a sus familiares en la isla.