REDACCIÓN.- El Día Mundial de la Alimentación 2025, celebrado cada 16 de octubre, invita al mundo a reflexionar sobre los retos que enfrentan los sistemas agroalimentarios, desde la creciente inseguridad alimentaria hasta los efectos devastadores del cambio climático.
En su discurso, la FAO resalta la necesidad de colaborar en todos los niveles –transfronterizo, intersectorial e intergeneracional para lograr un futuro donde todos tengan acceso a una dieta saludable y vivan en armonía con el planeta.
Según el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI 2025), más de 673 millones de personas en el mundo sufren de hambre, aunque esta cifra ha mejorado ligeramente respecto al año anterior. Sin embargo, la crisis alimentaria global sigue siendo grave, especialmente en África y Asia Occidental, donde el hambre sigue siendo un flagelo para cientos de millones de personas.
En estos contextos, más de 2.300 millones de personas padecen inseguridad alimentaria moderada o severa.
Los impactos del cambio climático son una de las causas principales de esta crisis. Sequías, inundaciones, olas de calor y otros fenómenos extremos están afectando la producción agrícola y los recursos naturales. La FAO y el Programa Mundial de Alimentos alertan sobre la necesidad de transformar los sistemas agroalimentarios para que sean más resilientes y sostenibles, reduciendo su impacto ambiental y garantizando un acceso justo a alimentos sanos.
A pesar de los avances modestos en algunas regiones, como Asia del Sur y Sudamérica, la desnutrición y la obesidad coexisten en muchas partes del mundo, subrayando un sistema alimentario desequilibrado que debe ser reformado. Mientras algunas personas sufren hambre, otras no pueden permitirse una dieta saludable debido a los precios elevados de los alimentos, una problemática que afecta principalmente a los países con ingresos limitados.
En este contexto, la FAO propone una serie de acciones urgentes: fortalecer las redes de protección social, promover políticas para controlar la inflación alimentaria, impulsar la agricultura sostenible a través de la tecnología y la inversión en infraestructuras, y fomentar la educación sobre dietas saludables y la reducción del desperdicio de alimentos.
El Día Mundial de la Alimentación 2025 nos recuerda que la alimentación no es solo una cuestión de producción, sino también de equidad, salud y dignidad. Es una llamada a la acción para que gobiernos, organizaciones, agricultores, investigadores y consumidores trabajen juntos en la construcción de sistemas alimentarios más justos y sostenibles.