BARAHONA.– El Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, estuvo este sábado en el municipio de Cabral, donde recibió numerosas denuncias de ciudadanos, líderes comunitarios y representantes de distintas organizaciones sociales, quienes denunciaron la alarmante situación que atraviesa la Laguna de Cabral, hoy prácticamente seca.
Los denunciantes advirtieron que la crisis no se debe únicamente a la sequía, sino a la retención y desvío de las aguas que deberían alimentar la laguna, lo que constituye según expresaron un grave atropello contra la naturaleza y contra los derechos de las comunidades locales.
De manera firme, los munícipes responsabilizaron al Consorcio Azucarero Central, al que acusan de apropiarse del agua que corresponde a la laguna, desviándola a través del canal Trujillo y el dique de Mena para el riego de caña. Esta práctica, denunciaron, ha impedido que el humedal reciba el caudal necesario, provocando daños irreversibles al ecosistema, a la pesca y a la economía de cientos de familias que dependen de este recurso natural.
Los comunitarios reclamaron la intervención inmediata del Estado, exigiendo que se garantice la restitución del flujo de agua hacia la laguna y se detengan las prácticas abusivas que, según ellos, solo benefician a un sector empresarial en perjuicio de toda la región Enriquillo.
El Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, escuchó atentamente las quejas y se comprometió a dar curso formal a cada una de las denuncias, gestionando acciones inmediatas ante las instituciones competentes. Además, afirmó que su despacho velará porque se respeten los derechos colectivos y se preserve este patrimonio natural, símbolo histórico y cultural de Cabral.
La comunidad dejó claro que no se quedará de brazos cruzados y continuará reclamando con firmeza el rescate de la Laguna de Cabral, porque “la laguna es vida, y sin agua no hay futuro”.