ECUADOR.- El presidente electo de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó que a su país le encantaría contar con la presencia de tropas estadounidenses para hacer frente a la violencia de las pandillas, por la cual recientemente ha vuelto a declarar el estado de excepción durante dos meses en seis provincias.
Noboa, en una entrevista, ha insistido en que las tropas estadounidenses no patrullarían las calles, si bien jugarían un papel de apoyo en las operaciones de seguridad.
“Nos gustaría cooperar con las fuerzas estadounidenses, y creo que hay muchas maneras de hacerlo, especialmente en el seguimiento de las operaciones ilegales que se mueven fuera de Ecuador, pero el control de las operaciones estará en manos de nuestros militares y nuestra policía”, ha remarcado.
Noboa afirmó que su administración mantiene “planes, opciones y conversaciones” con autoridades estadounidenses para coordinar una estrategia conjunta, cuyo desarrollo se intensificará tras las elecciones presidenciales anticipadas. “Ahora solo necesitamos otra reunión, después de las elecciones, ahora como presidente electo, para consolidarlo”, dijo al periodista Fernando del Rincón.
Noboa aseguró que su relación con el presidente Donald Trump no es comparable a la que este mantiene con el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, quien ha aceptado la repatriación de migrantes deportados desde EE.UU. con antecedentes de delitos violentos.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declarado ganador en las elecciones presidenciales, se dirige a sus partidarios durante una ceremonia de cambio de guardia militar, en el balcón del palacio de gobierno, en Quito, Ecuador, el 15 de abril de 2025.
“Mi caso es diferente al de El Salvador. Y ambos nos respetamos. Ambos nos apoyamos, pero al mismo tiempo, son realidades distintas. Y tenemos que ver las cosas según cada país”, declaró Noboa.
Noboa confirmó que ha invitado tanto a Trump como a Bukele a su ceremonia de investidura, programada para el 24 de mayo, en Quito.
Consultado sobre la posibilidad de una nueva reunión con representantes del gobierno estadounidense, Noboa respondió: “Sí, creo que será más pronto que tarde”.
Desde hace varios meses, el gobierno ecuatoriano ha solicitado asistencia internacional para combatir a las bandas criminales que operan en el país. Quito ha calificado la situación como una “guerra transnacional”, que, según sus autoridades, requiere la participación de otros países.
De acuerdo con documentos obtenidos, Ecuador ya está sentando las bases para una eventual presencia de militares estadounidenses en su territorio. Un alto funcionario ecuatoriano, con conocimiento directo del proyecto, informó el mes pasado que se construye una nueva instalación naval en la ciudad costera de Manta, con la expectativa de que “eventualmente sea ocupada por tropas de EE. UU.”.
La ciudad de Manta ya fue sede de una base militar estadounidense entre 1999 y 2009, utilizada para operaciones antidrogas en el Pacífico. Su cierre fue una decisión del entonces presidente Rafael Correa, quien alegó razones de soberanía nacional. La reactivación de una cooperación de ese tipo marcaría un giro significativo en la política de defensa exterior del país.
Quito, que lleva meses solicitando apoyo militar extranjero alegando que su lucha contra las bandas armadas es una “guerra transnacional”, ha explicado que ya ha tenido conversaciones con la parte estadounidense. “Teníamos un plan, tuvimos opciones que nos gustaría seguir. “Ahora solamente necesitamos otra reunión, después de las elecciones, ahora que ya soy presidente electo, para consolidarlo”, ha declarado.
Los homicidios en Ecuador aumentaron un 574,30 por ciento entre 2019 y 2023, elevando la tasa de homicidios de poco más de 7 a más de 47 por cada 100.000 habitantes, según cifras del Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado. Dos bandas principales llamadas Los Choneros y Los Lobos, se han aliado con narcotraficantes colombianos, mexicanos y albaneses, y luchan por el control del territorio y de las rutas del narcotráfico en el país.