Santo Domingo. RD.- Es evidente lo que diariamente sucede en el tránsito de República Dominicana, tapones que duran horas, hasta siete personas en un carro del transporte público, vehículos chatarras y demás son algunas de las cosas que negativamente identifican al país.
Es por esta razón que en febrero del año en curso el estado dominicano puso en vigencia la Ley 63-17 de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial que se encargará de la regularización de este laberinto.
Sin embargo para el Sociólogo Alejandro Abréu, esta situación del tránsito es considerado como un problema cultural del dominicano y explica que para que esta ley sea efectiva en su aplicación, la educación debe de reflejarse en los encargados del orden.
La desesperación e irritación del desorden vehicular es un tema que también afecta el comportamiento psicológico de los choféres.
Tanto el abogado Leonel Martínez, el sociólogo Alejandro Abréu y el Psicólogo Noel de la Rosa coincidieron en que la nueva ley puesta en disposición por el gobierno debe empezar hacer aplicada por los mismos impulsores.
En esta semana el presidente Danilo Medina junto al ministro administrativo de la presidencia Gustavo Montalvo, se reunieron con representantes y directores del sector transporte en el Palacio Nacional donde afirmaron que a partir de este sábado primero de julio el instituto nacional de tránsito y transporte terrestre (Intrant) y la cual es la fusión de más de 5 entidades del transporte, entrará en vigencia para hacer aplicar los 195 artículos y 100 páginas que establece la ley.
Algunas de las medidas que establecerá la ley es que los conductores de transporte público de pasajeros y privado no deberán montar más de 5 personas en su vehículo.
Multas por violación de las normativas serán hasta de 20 salarios mínimos y también se otorga un plazo de 10 años para la eliminación de los vehículos chatarras en el transporte público.
Los motoconchistas no deberán transportar más de 2 personas en una motocicleta y ambos deberán llevar su casco protector.
Jesús Uribe